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Joe R. Lansdale, Una temporada salvaje

Hap Collins participó en los movimientos sociales de los años sesenta y estuvo encarcelado por negarse a participar en la guerra, su amigo Leonard Pine luchó en Vietnam. Veinte años más tarde, trabajan como jornaleros en los campos de rosas del este de Texas. Trudy estuvo casada con Hap, le abandonó, pero cada vez que ella vuelve a aparecer en su vida él no puede evitar sucumbir a sus encantos - "un cipote empalmado no atiende a razones", le advierte Leonard -. Ahora ha venido a ofrecerle colaborar en conseguir un dinero fácil (el botín de un viejo atraco que lleva años hundido en un río). Hap acepta si Leonard participa también. Las cosas - naturalmente - se complicarán. Las balas y los golpes silban por todas partes y la sangre salpica a borbotones en los capítulos finales. Por el camino, y sin darnos la brasa, nos ponemos al día sobre los movimientos pacifistas estadounidenses de los sesenta.
Resulta difícil de creer que Trudy y sus amigos idealistas quieren, viente años después de Woodstock, quedarse el dinero para comprar armas y con ellas cambiar el mundo. Que Leonard sea negro y homosexual es irrelevante para la novela, pero necesario para el juego de contrastes en esta peculiar pareja de amigos para los que Una temporada salvaje (1990; Siruela, 2017) es la primera de una veintena de aventuras, novelas que han acabada dando lugar a una serie televisiva.
Sin duda el contraste ideológico, racial y sexual entre Hap y Leonard, su fuerte amistad y conocimiento mutuo, el humor - del Hap narrador, pero especialmente el de Leonard - y el estilo fresco, dinámico, ágil, no pretencioso (acción y diálogos) y con el lenguaje y los símiles y metáforas propias del género - "su madre murió de diabetes y sueños rotos" - son el fundamento del éxito de esta serie de novelas. Habrá que ver si Siruela publica las siguientes.
Joe R. Lansdale (Gladewater, Texas, 1951) es un prolífico autor y guionista que cultiva diversos géneros; terror, ciencia-ficción, western, novela negra.

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