Don Winslow, Salvajes
De cien años a esta parte, el sur de California, y Baja, constituyen un escenario fundamental de la novela y el cine. Un decorado idílico, soleado y glamuroso que, en muchas ocasiones, oculta una turbia realidad en la que la droga, el dinero y el sexo están siempre presentes. Es así desde el mismo nacimiento de la novela negra. Y aquí ya hemos pasado por él en varias novelas del género y en otras que no lo son; Little boy blue, Trago amargo, Menos que cero... Don Winslow nos devuelve a ese panorama en Salvajes (2010, Martínez Roca, 2011), una novela narrada con un estilo conversacional y sin concesiones, con un lenguaje duro y apelaciones al lector. Una novela que demuestra el conocimiento de su autor del mundo de la droga y el narcotráfico y de la lucha contra él de Estados Unidos en México.
Ben y Chon son dos amigos de caracteres contrarios pero complementarios, lo que les ha permitido montar un lucrativo negocio; el cultivo y venta de la mejor marihuana de California, aseguran la calidad, son generosos con sus traficantes y tienen a su servicio a los funcionarios adecuados para que el negocio funcione sin problemas. Ophelia es una chica pija que dedica la vida a pasarlo bien e intentar alejarse del continuo cambio de novio y de aficiones de su madre. Ophelia hace el amor con Ben y folla con Chon - recordemos sus diferentes personalidades - y los tres forman un buen trío de amigos.
La lucha contra el narcotráfico y la lucha entre los cárteles mexicanos llevan al cártel de Baja a tomar la decisión de extenderse al otro lado de la frontera y establecerse en California. De manera que hacen saber a Ben y Chon su decisión de quedarse con su negocio. Ellos deciden ceder y abandonar el negocio; pero no basta, los mexicanos quieren que Ben y Chon mantengan el negocio trabajando para ellos, A eso no están dispuestos y entonces comienza la guerra. Salvaje. Una auténtica guerra salvaje entre narcos que avanza en una espiral de violencia y sangre que siembra muertos por todas partes.
El resultado del estilo y de la acción, es, claro, una lectura dinámica y trepidante.
Don Winslow (Nueva York, 1953) es autor de varias novelas de las que, seguramente, El poder del perro es la más reconocida. Salvajes fue llevada al cine por Oliver Stone en 2012.
Ben y Chon son dos amigos de caracteres contrarios pero complementarios, lo que les ha permitido montar un lucrativo negocio; el cultivo y venta de la mejor marihuana de California, aseguran la calidad, son generosos con sus traficantes y tienen a su servicio a los funcionarios adecuados para que el negocio funcione sin problemas. Ophelia es una chica pija que dedica la vida a pasarlo bien e intentar alejarse del continuo cambio de novio y de aficiones de su madre. Ophelia hace el amor con Ben y folla con Chon - recordemos sus diferentes personalidades - y los tres forman un buen trío de amigos.
La lucha contra el narcotráfico y la lucha entre los cárteles mexicanos llevan al cártel de Baja a tomar la decisión de extenderse al otro lado de la frontera y establecerse en California. De manera que hacen saber a Ben y Chon su decisión de quedarse con su negocio. Ellos deciden ceder y abandonar el negocio; pero no basta, los mexicanos quieren que Ben y Chon mantengan el negocio trabajando para ellos, A eso no están dispuestos y entonces comienza la guerra. Salvaje. Una auténtica guerra salvaje entre narcos que avanza en una espiral de violencia y sangre que siembra muertos por todas partes.
El resultado del estilo y de la acción, es, claro, una lectura dinámica y trepidante.
Don Winslow (Nueva York, 1953) es autor de varias novelas de las que, seguramente, El poder del perro es la más reconocida. Salvajes fue llevada al cine por Oliver Stone en 2012.
escribe un comentario