Emilio Salgari, Sandokan
Emilio Salgari (Verona, 1862 - Turín, 1911) es uno de los más importantes y prolíficos escritores de la novela de aventuras. Como era habitual, muchas de sus obras fueron publicadas antes por entregas que como libros. Buena parte de sus novelas son novelas de piratas y, entre ellas, destacan las protagonizadas por Sandokan, un príncipe malayo destronado por el ejército británico que asesinó a toda su familia; Sandokan ejerce la piratería para vengarse. La primera de estas novelas, Los tigres de Mompracem, se publicó en la revista La Nuova Arena entre 1883 y 1884. En 1900, su publicó como libro con el título El tigre de Malasia. Tradicionalmente en España esta novela ha sido publicada dividida en dos; Sandokan y La mujer del pirata. La primera edición española de ambas novelas la realizó Editorial Calleja en 1901. En ese mismo año Viuda de P. Pérez publicó también una edición de Sandokan. Durante más de un siglo la recepción de Salgari ha sido amplia y continuada en nuestro país, especialmente a raíz del éxito de la serie televisiva de 1976 dedicada a Sandokan.
Desde la primera página Sandokan se nos presenta como un personaje colérico, impulsivo, irreflexivo, guiado por la venganza hacia los hombres de raza blanca... Un perfecto ejemplo de héroe romántico. Lo que se compensa, en parte, por la racionalidad de su compañero el portugués Yañez. Tras un enfrentamiento tan heroico como desproporcionado y suicida con los barcos británicos, naufragada su flota, Sandokan consigue sobrevivir y llegar a la costa de Labuan. Naturalmente, queda medio muerto e inconsciente. Al cabo de unos días despierta en una lujosa casa. Resulta ser la casa de su mayor enemigo; Lord James Guillonk, con quien vive su sobrina, que resulta ser la Perla de Labuan, la bellísima joven de la que Sandokan tanto ha oído hablar y tanto ansiaba conocer. Sandokan oculta su identidad, se enamora locamente de la muchacha, debe huir demostrando su heroicidad y jurando regresar a por su amada. Finalmente, aparece el fiel Yañez para salvarle. De nuevo en casa habrá que organizar el regreso a Labuan. Un folletín perfecto.
A pesar de lo exagerado que resulta el protagonista en todas sus acciones, Sandokan, a diferencia de muchas novelas decimonónicas, se lee bien hoy, y su mezcla de amor y aventura sigue resultando eficaz.
Desde la primera página Sandokan se nos presenta como un personaje colérico, impulsivo, irreflexivo, guiado por la venganza hacia los hombres de raza blanca... Un perfecto ejemplo de héroe romántico. Lo que se compensa, en parte, por la racionalidad de su compañero el portugués Yañez. Tras un enfrentamiento tan heroico como desproporcionado y suicida con los barcos británicos, naufragada su flota, Sandokan consigue sobrevivir y llegar a la costa de Labuan. Naturalmente, queda medio muerto e inconsciente. Al cabo de unos días despierta en una lujosa casa. Resulta ser la casa de su mayor enemigo; Lord James Guillonk, con quien vive su sobrina, que resulta ser la Perla de Labuan, la bellísima joven de la que Sandokan tanto ha oído hablar y tanto ansiaba conocer. Sandokan oculta su identidad, se enamora locamente de la muchacha, debe huir demostrando su heroicidad y jurando regresar a por su amada. Finalmente, aparece el fiel Yañez para salvarle. De nuevo en casa habrá que organizar el regreso a Labuan. Un folletín perfecto.
A pesar de lo exagerado que resulta el protagonista en todas sus acciones, Sandokan, a diferencia de muchas novelas decimonónicas, se lee bien hoy, y su mezcla de amor y aventura sigue resultando eficaz.
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