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Henry James, Daisy Miller

Jean Beauduin, Retrato de una joven (1896).
Al mismo tiempo que se iniciaba en el mundo real la reivindicación de sus derechos, la mujer ocupó un lugar protagonista en la novela del siglo XIX. Son muchas las heroínas que, incluso, dieron nombre a las novelas que protagonizaron; Jane Eyre, Ana Karenina, Fortunata, Tristana, Madame Bovary, Ana Ozores...
Una más de ellas es Anita Miller, protagonista de Daisy Miller (1878), pero queda muy lejos de las antes citadas. Daisy Miller es una novela corta cuya protagonista es una joven americana de viaje por Europa, con su madre, su hermano pequeño y su secretario, que a ojos de todos se relaciona de manera escandalosa con los hombres. La chica no hace otra cosa que hablar y pasear con quien le apetece, incluso de noche. No va más allá, pero parece demasiado para la época y escandaliza a otros norteamericanos en Europa. Entre ellos Frederick Winterbourne, otro joven norteamericano ocioso, al menos lo suficiente para pasarse meses de viaje por Suiza e Italia sin oficio conocido. Winterbourne, que conoce casualmente a Daisy en Vevey (Suiza) durante el verano, queda prendado de ella y la sigue, en el invierno siguiente, hasta Roma. Y en Roma vemos como Daisy, siempre desenvuelta, pasea y coquetea por la calle con Winterbourne - que al mismo tiempo que le gustaría conquistarla, pretende conseguir que la chica se comporte con más recato - y con jóvenes italianos - en realidad con uno, Giovanelli -, para colmo de más baja clase social, cuyo comportamiento, sin embargo es caballeroso y nada reprochable. Así, mientras Winterbourne se debate continuamente en si hace o no lo que debe con Daisy y las señoronas de la alta sociedad se escandalizan por la ligereza de la chica, que, para colmo, con sus paseos arriesga su salud  - pues hay una epidemia de paludismo -, Daisy acaba enfermando y muriendo. Pero deja un mensaje para Winterbourne.
Con un padre que se quedó en Nueva York y una madre pusilánime, más preocupada por su dolor de estómago, y un hermano de nueve años, niñato enfurruñado porque no le gusta Europa, Daisy se pasea feliz con sus amigos italianos, esperando a que Winterbourne dé un paso, mientras Winterbourne, siguiendo las indicaciones de su vieja tía y de la escandalizada señora Walker, le reprocha su conducta en Roma, si bien en Vevey se la llevó de excursión en parejita a un tenebroso castillo a los dos días de haberla conocido y en Ginebra le espera siempre una señora con fama de relacionarse con jóvenes norteamericanos...
Como es habitual en la novela de la época, la historia - en el fondo triste - de Daisy, nos la cuenta un narrador omnisciente, subjetivo en esta ocasión. Es propio también de la novela realista del XIX que los nombres de los personajes sean reveladores de su personalidad, por eso no debemos olvidar que estamos hablando de "Margarita", que se debate entre "Invierno" y "Joven".
Henry James (Nueva York, 1843 - Londres, 1916),  uno de los más importantes escritores estadounidenses del Realismo decimonónico, vivió gran parte de su vida en Inglaterra. El impacto que la cultura y la sociedad europeas causan en los visitantes norteamericanos es tema recurrente en su amplia obra, en la que destacan novelas como Retrato de una dama (1881), Las bostonianas, (1886) u Otra vuelta de tuerca (1898).

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