Header Ads

Vivian Gornick, Apegos feroces


Así comenzó mi obsesión consciente de tener siempre a mi madre a la vista.

Entonces Vivian Gornick tenía trece años y su madre cuarenta y seis. Acababa de morir su padre. En Apegos feroces (1987; Sexto Piso, 2017), unas memorias que se leen como una novela (mucho mejor que esas pretendidas novelas de moda que pretenden contar la verdad ficcionada de familiares que a nadie le interesan, o algo así), Gornick relata su relación con su madre. Dos mujeres antagónicas que se necesitan tanto como se enfrentan. Recordando paseos de ambas por las calles de Manhattan, Gornick rememora su vida y la de su familia. Una familia de judíos, de origen ruso, de izquierdas, que se instaló en el Bronx como tantas otras familias de emigrantes judíos, italianos o irlandeses.
Un relato interesante y poderoso al hablarnos de la relación entre ambas, entretenido en sus diálogos y en sus recuerdos de sus vecinas del Bronx, algo menos atractivo cuando se centra en los hombres que han pasado por la vida de Gornick, inteligente y emocionante en sus comentarios y reflexiones.

Al rehusar recuperarse de la muerte de mi padre, había descubierto que su vida estaba dotada de una seriedad que sus años en la cocina le habían negado. (...) Guardar luto por papá se convirtió en su ocupación, en su identidad, en su imagen ante el mundo.

Para la madre, poderosa, enérgica, controladora, el amor lo era todo. Y, para ella en concreto, el amor de su marido. Por eso la muerte de él marcó su vida que acabó siendo una vida pasada, no una vida vivida. ¿Cómo no lamentar que la vida se nos pase sin que la hayamos vivido? Y en ese dolor que compartimos - es imposible volver atrás - llegamos al desgarro final de la hija:

Tu querías quedarte atrapada en la idea del amor de papá. ¡Qué locura! Te has pasado treinta años atrapada en la idea del amor. Podrías haber tenido una vida.

Son estas, prácticamente, las últimas palabras del libro cobrando plena intensidad esta relación entre estas dos mujeres - una viuda y otra divorciada - antagónicas que han vivido en presencia una de otra.
Apegos feroces es un ejemplo de cómo escribir sobre la vida propia y la de los familiares haciendo buena literatura y un ejemplo más de la virtud de la economía narrativa frente a la verborrea.
Vivian Gornick (Nueva York, 1935) es una de las voces más destacadas del feminismo norteamericano. Sexto Piso se ha encargado de darnos a conocer su obra en España.

No hay comentarios

Con la tecnología de Blogger.