Header Ads

Jon McGregor, El embalse 13

Hay acontecimientos que nos marcan la vida para siempre. Vale para cada uno de nosotros, pero también para cualquier grupo social: una familia, un grupo de amigos, un club deportivo, un barrio, una ciudad, un país... El tiempo, con el preciso y continuo movimiento de su segundero, es cierto que todo lo atempera. Pero estos acontecimientos dejan un antes y un después.
De esto nos habla Jon McGregor (Bermudas, 1976) en El embalse 13 (2017; Libros del Asteroide, 2019). El protagonista de El embalse 13 es un pequeño pueblo del norte de Inglaterra en el que un 30 de diciembre, víspera de Nochevieja, desapareció un niña de trece años. Su familia pasaba unos días de vacaciones.
A lo largo de trece capítulos vemos transcurrir los trece años siguientes al acontecimiento. Con el paso inexorable de los ciclos de la naturaleza que marcan la vida de los animales y de los bosques y también de las actividades rurales, vemos transcurrir las vidas lineales de los habitantes del pueblo - personaje coral -. Sin pararnos demasiado en ninguno de ellos vamos conociéndolos a fondo a todos, vemos como sus vidas fluyen como los ríos y, a veces, se estancan como el agua en los embalses. Vemos crecer a los jóvenes, envejecer a los mayores, les vemos amarse y separarse, recelar o ayudarse, vemos llegar a nuevos habitantes mientras otros abandonan el pueblo, vemos como los golpes del azar van marcando sus pequeñas vidas como la de cualquiera de nosotros. Y siempre, cada vez más diluido, constante y presente el recuerdo de la niña desparecida cuyo cuerpo - vivo o muerto - nunca apareció. Un pueblo marcado por una huella indeleble como tantos otros lugares que todos conocemos que un día fueron marcados por una desgracia - un crimen cruel, un grave accidente, un atentado salvaje... - a la que ya irán siempre ligados.
Con una narración aparentemente sencilla y realista, de párrafos largos y sin un sólo diálogo directo, y un narrador externo aparentemente objetivo, Mc Gregor consigue, gracias al ritmo narrativo acomodado al propio de la naturaleza y a la tranquilidad de una pequeña población, y gracias al paso ante el lector de los diversos personajes, que nunca se paran pero siempre regresan, una novela emotiva y original que nos habla de la vida rural a comienzos del XXI y de las vidas y emociones de personas que habitan en un lugar marcado por una desgracia concreta. Como, seguramente, el paso del tiempo nos dejará El embalse 13 como una lectura que siempre recordaremos.

No hay comentarios

Con la tecnología de Blogger.