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Hans Fallada, Solo en Berlín

Elise y Otto Hampel.

- No vivimos para nosotros, sino para los demás. Lo que hacemos no lo hacemos para nosotros, sino únicamente para los demás.

Solo en Berlín es una novela de más de seiscientas páginas; su primer mérito es que no le sobran. El segundo, su estructura y construcción (cuatro partes, setenta y tres capítulos): un relato de aroma decimonónico, con su correspondiente narrador omnisciente autorial, en el que diversos personajes e historias, en apariencia no relacionados, se entremezclan para mostrarnos la vida cotidiana de Berlín durante los años de la Segunda Guerra Mundial. A medida que el relato avanza, se centra en sus protagonistas - el matrimonio Quangel - hasta su triste y conmovedor final, en un continuo crescendo de interés para el lector. El tercero es su estilo claro, nada retórico, carente de digresiones y de descripciones innecesarias. El cuarto mérito de esta novela se encuentra en la caracterización de sus personajes.
Casi todos ellos resultan tan grises como el ambiente en que se desarrolla la historia. Delincuentes de medio pelo y zafia moral, inhumanos comisarios de la Gestapo, nazis diversos, la repugnante familia Persicke... puede que nos resulten más agradables el jubilado juez Fromm, la cartera Eva Kluge que, tras enterarse de las atrocidades que su hijo ejecuta en su servicio en las SS, abandona el partido y la ciudad, y la joven pareja que prefiere vivir su amor que seguir la dura vida de la célula comunista en la que participan. Y es que, incluso los protagonistas, Otto Quangel y su mujer, forman un matrimonio que nos resulta antipático; ella generalmente callada y sumisa a las decisiones de él, él un hombre huraño, parco en palabras y ahorrador hasta la tacañería extrema, que evita cualquier relación con otras personas.
Tras conocer la noticia de la muerte de su único hijo en el frente francés, los Quangel inician su particular lucha contra el nazismo; escriben postales (una o dos cada domingo) que luego depositan en edificios concurridos, durante cerca de dos años, con la ingenua esperanza de que sean leídas, que pasen de mano en mano y sean muchas las personas que se conciencien del horror al que Hitler les ha llevado. Mientras ellos mantienen toda la normalidad de su vida cotidiana intentando no levantar ninguna sospecha. La historia de los Quangel recrea la historia real de Otto y Elise Hampel.
Hans Fallada, seudónimo de Rudolf Ditzen (Greifswald, 1893 - Berlín, 1947), fue uno de los escritores alemanes más importantes del periodo de entreguerras. Tras la derrota del Reich quedó en el sector soviético de Berlín y los nuevos gobernantes le encargaron una novela sobre la resistencia alemana en el Berlín nazi. Para ello pusieron en sus manos el expediente de los Hampel, hallado en los archivos de la Gestapo. Fallada redactó la novela en apenas un mes y ésta fue publicada, poco después de su muerte, con la omisión de algunos fragmentos de contenido político por decisión del editor. En 2011 se ha editado por primera vez el texto completo de Solo en Berlín (Maeva, 2012) y en 2016 esta novela de Fallada ha sido llevada al cine.

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