Amélie Nothomb, Cósmética del enemigo
Un hombre se dispone a leer para pasar el tiempo tras anunciarse el retraso de su vuelo cuando un desconocido se sienta a su lado y comienza a hablarle. Naturalmente, el viajero intenta evitar al pesado. Pero hablar al de la lado no está prohibido por ninguna ley y nada puede hacer el invadido. Nada, salvo acabar entrando en el juego y dar la réplica aunque sea, en un principio, con monosílabos y evasivas. Poco a poco la conversación irá tomando cuerpo y el viajero, a su pesar, participará en ella. El pesado acabará confesando una violación cometida hace veinte años y un asesinato cometido hace diez años; ese mismo día, el 24 de marzo de 1999, se cumplen diez años. Tanto el viajero como el lector recibirán luego alguna otra sorpresa a medida que el relato del pesado cobra algunos giros.
Nothomb nos presenta el diálogo entre sus dos personajes de manera teatral, con intervenciones mínimas del narrador; las imprescindibles para introducir y cerrar el relato y alguna pequeña explicación en dos o tres momentos de la conversación. Más allá de la austeridad narrativa y de la originalidad del planteamiento, nada del otro mundo en esta novela - por mucho que lo pretenda y por mucho éxito que tuviera en 2001 - de Amélie Nothomb. Muy lejos de la interesante Una forma de vida, de la que ya hablamos aquí. Anagrama publicó Cosmética del enemigo por primera vez en 2003.
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