Marian Engel, Oso
Oso (1976; Impedimenta, 2015), una lectura breve y deliciosa, nos relata una tierna historia de amor. Una mujer de vida más bien triste - por la que el lector siente afecto - se enamora, en un lugar aislado donde rebosa la naturaleza, de un amor más bien imposible que llega en los últimos días de la primavera y que acaba con el final del verano. Lo hace con un estilo sencillo que resulta muy adecuado y que consigue que nos parezca creíble, y además humano y hasta cierto punto conmovedor, lo que se nos cuenta. Por contraste, llama la atención que las alusiones sexuales se realizan con términos coloquiales y nada eufemísticos - coño, polla, follar - .
Lou, bibliotecaria, vive encerrada entre viejos papeles en el sótano del Instituto Histórico de Toronto en el que trabaja. El Instituto recibe el legado del coronel Cary; una pequeña isla deshabitada en el norte de Ontario donde su abuelo, en el siglo XIX, construyó una casa octogonal, al estilo Fowler, en la que formó una gran biblioteca rica en obras del Romanticismo. El director del Instituto decide enviar a Lou a catalogarla. Para Lou el encuentro con la naturaleza es casi un shock, muy positivo. El legado, además de la isla, la casa y la biblioteca, incluye un oso domesticado - aunque nunca hay que olvidar que es un animal salvaje - que vive encadenado en el establo.
Lou, a través de sus libros, irá conociendo al coronel Cary que construyó la casa y su interés por los osos. Por Homer, el tendero que es su contacto con el mundo, sabrá que el coronel Cary, el que ha legado la isla, era una mujer. Solitaria pero moderna, en absoluto mojigata, Lou se sentirá a gusto en la isla e irá manteniendo una relación, que la ayudará a reflexionar sobre su vida, de confianza con el oso, luego afectiva - como la de tantas personas con sus perros - que devendrá en inesperados juegos sexuales... que, tiene la impresión el lector, no son nuevos para el oso y su experta lengua.
Oso es la novela más conocida, y también polémica, de Marian Engel (Toronto, 1933 - 1985) y la única traducida al español gracias a la edición de Impedimenta.
Lou, bibliotecaria, vive encerrada entre viejos papeles en el sótano del Instituto Histórico de Toronto en el que trabaja. El Instituto recibe el legado del coronel Cary; una pequeña isla deshabitada en el norte de Ontario donde su abuelo, en el siglo XIX, construyó una casa octogonal, al estilo Fowler, en la que formó una gran biblioteca rica en obras del Romanticismo. El director del Instituto decide enviar a Lou a catalogarla. Para Lou el encuentro con la naturaleza es casi un shock, muy positivo. El legado, además de la isla, la casa y la biblioteca, incluye un oso domesticado - aunque nunca hay que olvidar que es un animal salvaje - que vive encadenado en el establo.
Lou, a través de sus libros, irá conociendo al coronel Cary que construyó la casa y su interés por los osos. Por Homer, el tendero que es su contacto con el mundo, sabrá que el coronel Cary, el que ha legado la isla, era una mujer. Solitaria pero moderna, en absoluto mojigata, Lou se sentirá a gusto en la isla e irá manteniendo una relación, que la ayudará a reflexionar sobre su vida, de confianza con el oso, luego afectiva - como la de tantas personas con sus perros - que devendrá en inesperados juegos sexuales... que, tiene la impresión el lector, no son nuevos para el oso y su experta lengua.
Oso es la novela más conocida, y también polémica, de Marian Engel (Toronto, 1933 - 1985) y la única traducida al español gracias a la edición de Impedimenta.
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