Emma Reyes, Memoria por correspondencia
La pintora colombiana Emma Reyes (Bogotá, 1919 - Burdeos, 2003) comenzó a escribir en 1969 una serie de veintitrés cartas a su amigo el diplomático German Arciniegas en las que le relataba su infancia. Más tarde, le autorizó a publicarlas, después de su muerte, siempre que dedicará el beneficio de las ventas de la publicación a fines benéficos. Ese epistolario constituye Memoria por correspondencia, cuya publicación en Colombia en 2012 se convirtió en un gran acontecimiento literario y provocó una gran conmoción. Libros del Asteroide ha publicado la edición española en 2015.
Naturalmente, resulta conmovedor conocer los terribles sufrimientos de una niña. Como los que Emma Reyes nos cuenta y sufrió en carne propia; sus primeros recuerdos corresponden a su vida, junto con su hermana, en una chabola del extrarradio de Bogotá al cargo de la señora María. Emma y Helena, su hermana, crecieron en la mayor miseria y sin saber quiénes eran sus padres. Vivieron luego en Guateque y en Fusagasugá y, al cabo de unos años, la señora María las abandonó en una estación de tren y las niñas acabaron en un convento, junto a decenas de otras niñas allí recogidas y donde realizaban duras jornadas de trabajo en labores de costura y bordado. Emma escapó del convento a los diecinueve años; analfabeta, sin nada y sin conocer cuál era su familia. Resulta conmovedor el estilo sencillo y exquisito y el tono infantil con el que, años más tarde, aquella joven, ya adulta, relata su infancia y su adolescencia y, al tiempo, nos muestra la sociedad colombiana de hace un siglo. Sin embargo, y por desgracia, son millones las mujeres, de todo tiempo y de todo lugar, que han vivido, y viven aún, terribles infancias. Por eso, paradójicamente, lo más conmovedor es lo que las cartas no cuentan; cómo aquella chica analfabeta que escapó del convento consiguió llegar a Argentina, casarse, tener un hijo al que mataron en una revuelta con apenas unos meses de edad, llegar a Francia y desarrollar allí una carrera gracias a su talento innato para el dibujo y la pintura y conocer a las más importantes figuras de la cultura de la época. Todo eso lo conocemos bien gracias al trabajo del periodista Diego Garzón ¿Qué pasó con Emma Reyes? que recoge la edición de Memoria por correspondencia de Libros del Asteroide.
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