Header Ads

Hans Herbert Grimm, Historias y desventuras del desconocido soldado Schlump

La Primera Guerra Mundial abrió el siglo XX, dejó algunos importantes avances tecnológicos y es motivo de importantes ensayos, novelas y películas. La actualidad de su centenario nos devuelve esas obras y, junto a ellas, aparecen otras nuevas. No es este lugar de profundizar en todo ello, sino de hablar de una de las menos conocidas de esas novelas; Schlump.
El éxito de su edición en Estados Unidos hizo de Los cuatro jinetes del Apocalipsis, de Vicente Blasco Ibáñez, no sólo una de las más tempranas - 1916 - novelas sobre el conflicto sino además una de las primeras llevadas al cine, en 1921. El mismo año en que el checo Jaroslav Hasek publicaba Las aventuras del buen soldado Svejk. En 1929 Ernest Hemingway publicó su célebre Adiós a las armas y en ese mismo año en Alemania aparecía Sin novedad en el frente de Erich Maria Remarque. Humphrey Cobb publicó en 1935 Senderos de gloria. A punto de iniciarse la Segunda Guerra Mundial, Dalton Trumbo escribió Johnny cogió su fusil (1939). Seguramente, estos títulos, y sus versiones cinematográficas, son los más reconocidos entre las novelas que, al abordar - de distintas maneras y con distintos tonos - los horrores de la Gran Guerra (las consecuencias de la guerra de trincheras, la medicina previa al descubrimiento de los antibióticos...), nos transmiten un mensaje antibelicista.
El éxito de la novela de Remarque eclipsó a Schlump publicada un año antes, en 1928. Esta novela apareció firmada por Emil Schulz (seudónimo tras el que se escondía concienzudamente Hans Herbert Grimm). Emil Schulz es el protagonista de la novela, a quien, desde pequeño, todos en el pueblo le llaman Schlump (a partir de "lump", pícaro, sinvergüenza). Cuando comienza la guerra Schlump es un muchacho de dieciséis años al que le colma de felicidad que una chica le dé un beso y le invite a bailar. Pero a los pocos días se olvida, porque
La juventud es derrochadora, vive en el paraíso y no se da cuenta de cuando se cruza con la verdadera felicidad".
Así que, al cumplir los diecisiete, en contra de los deseos y consejos de sus padres, se alista voluntario para ir al frente. Tras la tediosa instrucción como recluta, por fin parte hacia la guerra. Y como es, gracias a sus estudios en el instituto, uno de los pocos que sabe francés, a pesar de su absoluta inexperiencia y de su juventud, es puesto al mando de un pueblo francés ocupado. Lejos de la esperable realidad de la guerra, de la hostilidad entre enemigos, encontramos que los aldeanos agasajan felices a su buen gobernador, Schlump, abandonado allí, solo entre aquellos extranjeros, por su ejército; encontramos la fantasía irreal de un cuento infantil. El tiempo que pasa Schlump como comandante en plaza resulta irreal, recuerda los cuentos de hadas infantiles. Y de eso se trata; de mostrarnos cómo, para este muchacho, poco más que un niño, ir a la guerra es como un cuento. Pero el cuento se acaba, y con él el Libro primero de la novela. en el segundo, Schlump, por fin llega al frente. Conoce entonces el lector, con toda su crudeza, los horrores de las trincheras. Schlump, desengañado, aprenderá a sobrevivir. Hasta caer herido mientras se encuentra cagando. Y entonces, en el libro tercero, se nos presentaran los horrores de los hospitales de sangre; el dolor, la muerte, los jóvenes cuerpos inútilmente mutilados...
Los horrores de los libros segundo y terceros, contrastan con el mundo irreal del primero, de modo que el mensaje antibelicista de la novela nos resulta más contundente. Schlump recuerda a Svejk, pero también a El aventurero Simplicisimus (1669), la célebre novela picaresca sobre la Guerra de los Treinta Años. Junto al horror de la guerra, Schlump nos ofrece cómicas aventuras y relatos de diversos personajes, el pícaro aprendizaje del protagonista, sus divertidas relaciones con las chicas, el sufrimiento de los padres, la vuelta a casa tras el armisticio y el reencuentro con aquella muchacha que le invitó a bailar...
La portada de la edición de Impedimenta - 2014 - de Historias y desventuras del desconocido soldado Schlump reproduce la cubierta de la edición original realizada por Emil Preetorius, uno de los ilustradores más reconocidos del momento. Schlump, publicado en Alemania por uno de los editores más prestigiosos, se tradujo en Inglaterra y Estados Unidos. Pero llegados los nazis al poder, el libro fue prohibido y sus ejemplares quemados. Grimm escondió un único ejemplar tras un tabique de su casa. Grimm, por otra parte, para mantener su trabajo - profesor de instituto, de Filosofía -, se vio obligado a afiliarse al partido nazi. Tras la Segunda Guerra Mundial, las autoridades de la RDA, debido a esa afiliación, prohibieron a Grimm ejercer la docencia, a pesar de los múltiples testimonios que acreditaban su condición antifascista. Hans Herbert Grimm, veterano de la Primera Guerra Mundial, se suicidó en julio de 1950 en Altenburg, Sajonia, la ciudad en la que había nacido en 1896.
Volker Weidemann, estudioso especialista en libros prohibidos y quemados por los nazis, encontró el ejemplar de Schlump que Grimm escondió tras la pared (nada se sabe de los posibles ejemplares supervivientes de las ediciones en inglés). A él se debe la recuperación de esta magnífica novela.

No hay comentarios

Con la tecnología de Blogger.