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Chris Bachelder, A propósito de Abbott

Jessica Snavely, Momentos maravillosos.
Abbott tiene treinta y siete años, vive en Massachusetts, y es profesor universitario. Es padre de una niña de dos años y su mujer está nuevamente embarazada y padece insomnio. En A propósito de Abbott (2011; Libros del Asteroide, 2012) le acompañamos durante las vacaciones de verano. La novela es un diario, enmarcado por un "prólogo" y un "epílogo", escrito por un narrador en tercer persona y objetivo, que, a lo largo de los treinta capítulos de junio, los treinta y uno de julio y los treinta y uno de agosto, nos muestra, a través de pequeñas escenas y breves relatos, las pasajeras alegrías y frustraciones de la vida cotidiana, las alegrías y conflictos de la vida conyugal, las reflexiones de Abbott y, por encima de todo, su vivencia de la paternidad. La paternidad, algo maravilloso, que no se cambia por nada, y sin embargo, ata y condiciona la vida por completo.
Quizá nada mejor para entenderlo que el breve capítulo 19 del mes de julio, titulado "Abbott y esa mierda pegajosa otra vez desparramada por todo el puto volante":

Se han desvanecido para siempre esas ensoñaciones sobre la gloria académica y las vulvas refulgentes y todo lo demás. Lo único que Abbott desea ahora es que le dejen inconsciente con el largo mango de madera de una herramienta de jardinería. Sólo eso.

El relato avanza entre la ironía y el humor fino, mientras Abbott, pendiente del vigilabebés, aprovecha que la niña duerme para leer en internet noticias extrañas relacionadas con niños desaparecidos, pensar que si no escucha a la niña quizás esté muerta pero en ese caso - ya no habría remedio - mejor no comprobarlo para retrasar así al máximo el dolor insuperable, o mientras Abbott ordena el caos del sótano, o juega con la niña en el jardín, o pasa la mañana con ella en el mariposario de la ciudad (todo un calvario, del que él acaba disfrutando pero no lo va a reconocer) o mientras discute con su mujer manteniendo ideas contrarias de lo que piensa pero que le toca mantener, o mientras saluda a los vecinos cuando sale a recoger el correo... Hasta el nacimiento, el último día  del verano, de su segunda hija.
Chris Bachelder acierta en la elección de la técnica narrativa; un narrador en modo cámara que ofrece imágenes fragmentarias y yuxtapuestas de momentos cotidianos que, también acertadamente, se sitúan en un soleado verano, para hablar sobre la vida, que uno no soporta, pero, al mismo tiempo, de la que si uno pudiera no cambiaría nada. Y sobre la paternidad, un maravilloso don de la vida,, que si uno no comprende, conviene que lea el capítulo 15 del mes de junio "El expatriado":

La paternidad es un país lejano y peculiar con unas costumbres y un idioma propios. Aquellos que no viven en Paternidad, al oír a los ciudadanos de Paternidad pueden pensar que estos han sufrido una lesión en una parte pequeña pero importante del cerebro. '¡Estas no son las toallitas para pieles sensibles! - grita la mujer de Abbott desde el cuarto de la niña -. Y hay que lavar estos libros que tiene aquí'. '¡Oye! - aúlla Abott - ¿Por qué has borrado los dibujos de Blue Robot?'.

Chris Bachelder, actualmente profesor de la Universidad de Cincinnati, nació en 1971 en Minneapolis. Es autor de de varios libros, de los que A propósito de Abbott es el único traducido al español.

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