Helene Hanff, 84, Charing Cross Road
Helene Hanff (Filadelfia, 1916 - Nueva York, 1997) escribía sin éxito obras de teatro y sobrevivía como guionista de televisión cuando, en 1949, decidió escribir a una librería de viejo de Londres - Marks and Co., en el 84 de Charing Cross Road - con la intención de conseguir libros que en Nueva York no encontraba. Se inició entonces una correspondencia con Frank Doel, empleado de la librería, que se prolongó durante veinte años. Naturalmente, ese correspondencia, formal, fue tiñéndose paulatinamente de un tono más personal. Hasta el punto de que Helene se carteó también con la esposa de Doel y con otros empleados y empleadas de la librería. Aunque la adquisición de libros suponía para ella un sacrificio económico, no dudó, sin embargo, en enviar paquetes de comida a sus amigos londinenses mientras, tras la Segunda Guerra Mundial, se mantuvo el racionamiento hasta 1953. La afectuosa relación entre Helene Hanff y sus corresponsales les llevó a ellos a invitarle a visitar Inglaterra y a ella a prometer hacerlo. Pero, por unas u otras causas, el viaje se retrasó en diversas ocasiones y Helene no visitó Londres hasta 1971. Para entonces Frank Doel ya había fallecido - en diciembre de 1969 -, Marks and Co. había desaparecido poco después y Hanff había publicado su correspondencia en forma de libro. Libro, 84, Charing Cross Road (1970; Anagrama, 2002), de inmediato éxito.
A pesar de tal éxito, y de que, a partir de él, podemos disertar cuanto nos parezca sobre el amor a los libros - y a las librerías - y sobre la forja de entrañables relaciones personales entre quienes ni siquiera se conocen y viven a cinco mil kilómetros de distancia - o por el contrario, sobre cómo relaciones que fueron cercanas mueren cuando la geografía distancia a las personas (las empleadas que dejaron la librería y poco más se supo) -, este epistolario no ofrece un interés mayor al lector. Hasta el final, cuando, como a su familia y a Helene, le duele y apena la muerte de Doel. Otra cosa es que, haya en él un magnífico material para recrearlo en el teatro, como ocurrió a comienzos de los ochenta, o en el cine, como hizo el film homónimo de 1987 protagonizado por Anne Bancroft y Anthony Hopkins.
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