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Fred Chappell, Me voy con vosotros para siempre

Lago Junaluska, en Carolina del Norte.
Una riada se llevó por delante la casa de Jess cuando era pequeño. Por eso Jess y sus padres viven en casa de su abuela materna; una granja grande en las montañas de Carolina del Norte. Es 1940 y, aunque Europa está a muchos kilómetros de allí, Hitler y la Segunda Guerra Mundial son una tenue pero constante presencia que sobrevuela sus vidas. Jess tiene diez años, pero nos relata sus recuerdos de entonces veinte años más tarde.
En la granja, la abuela ejerce un claro matriarcado. La madre, que no trabaja en casa pues es profesora de instituto, aparece, quizá sorprendentemente, en pocas ocasiones aunque siempre con intervenciones sensatas y juiciosas. Los protagonistas de los recuerdos de Jess son los tres “niños” de la casa, siempre dispuestos a cualquier broma o cualquier gamberrada; él mismo, su padre Joe Robert, que tiene treinta años, y Johnson Gibbs, un chico de dieciocho años, huérfano, al que contratan para ayudar en el abundante trabajo de la granja. Los tres se llevan muy bien.
El relato de Jess se articula sobre las pequeñas gamberradas que organizan entre los tres y las visitas de diversos parientes – todos de la familia materna - , cada uno más excéntrico que el anterior, que en aquellos días pasaron por la casa; el mujeriego tío Luden, el tío Gurten y su larga barba jamás cortada, el tío Zeno, narrador de cuentos siempre inacabados, el tío Runkin que viaja con un enorme ataúd dentro del que duerme, y la tía Samantha, vieja estrella de la canción. Todos ellos serán víctimas de las bromas de Joe Robert, Johnson y Jess. Y estos de las reprimendas, firmes pero cariñosas, a veces aguantándose la risa, de la abuela.
Me voy con vosotros para siempre, de Fred Chappell, una de esas novelas que deja en el lector una sonrisa y un grato recuerdo, es la primera de una tetralogía protagonizada por Jess Kirkman (el apellido no aparece nunca en esta novela, en contraste con el materno Sorrells). Al parecer la crítica norteamericana quiere ver en ese apellido, Kirkman, (kirk significa iglesia en alemán) un trasunto del Chappell (capilla) de su autor. Resulta curioso que, aunque la geografía del libro es ficticia, pero indudablemente cercana a la de la infancia de Fred Chappell, sin embargo el nombre del personaje se corresponde con el de una persona real que en el censo de 1940 de Carolina del Norte contaba con la misma edad que nuestro personaje. ¿Tomó Chappell el nombre de un viejo amigo?
Fred Chappell, nacido en Canton, Carolina del Norte, en 1936, es un poeta de reconocido prestigio, autor también de varios novelas como Me voy con vosotros para siempre (1985; Libros del Asteroide, 2008) que es la única traducida al castellano, y las tres que la continúan; Brighten the corner where you are, Farewell, I'm bound to leave you y Look back all the Green Valley.

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