Rafael Chirbes, La buena letra
Cuando la incierta proximidad de la muerte revela cuán inútiles resultan los esfuerzos realizados durante la vida, una mujer, anciana, y por un motivo que conoceremos al final, relata su vida a su hijo, aunque en realidad se trata de un soliloquio.
Se centra Ana, la mujer, en los tiempos en que conoció al que sería su marido y a su familia.
Qué tiempos más bonitos, cuando estábamos todos juntos y nos reíamos y no nos faltaba lo indispensable.
Y en los que vinieron después, tras la guerra. Se trata pues de un relato melancólico y triste de unas vidas marcadas por la miseria, la guerra y la muerte en un pueblo imaginario de Valencia. A partir de un primer recuerdo de la infancia y del abuelo, Ana trae a la memoria los tiempos jóvenes en los que conoció al que sería su marido y a su familia, la boda, los duros tiempos de la postguerra, con el cuñado en la cárcel, las represalias, los bandos, la escasez..., su relación con Antonio, el hermano de su marido y con sus cuñadas, especialmente la que se casó con Antonio..., reflexiona sobre cómo las circunstancias y el tiempo - y las personas - enturbian las relaciones... De manera que en la vejez el pasado se contempla con amargura.
El relato, subjetivo y personal, de Ana es el de una generación de mujeres que sufrieron, silenciosas y pacientes, la postguerra de los vencidos. Su mirada, desencantada, - más allá de las circunstancias históricas - es, probablemente la de cualquier persona cuando, a cierta edad, mira hacia atrás y repasa una vida.
La buena letra (1992) - en la edición de 2000 el autor elimina las últimas páginas pues ofrecían un final optimista que no le resultaba coherente - es la tercera novela de Rafael Chirbes (Tabernes de Valldigna, 1949 - 2015). Una obra tan breve como excelente, de estilo exquisito, que justifica que su narrativa posterior haya convertido a Chirbes en uno de los novelistas españoles mejor valorados del presente siglo.
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