Henning Mankell, Un ángel impuro
A principios del siglo XX una mujer sueca regentó un importante burdel en Lourenço Marques, según se extrae de la documentación fiscal de la época, pero de ella nada más se sabe. Esto sirvió a Henning Mankell como motivo de inspiración de su novela Un ángel impuro (2012; Tusquets, 2013). Como motivo para construir una de sus mejores novelas, si no fuera porque casi todas son excelentes. Mankell es uno de los grandes de la literatura de nuestro tiempo y su estilo narrativo inconfundible y poderoso.
Hanna tiene diecisiete años en agosto de 1903, apenas una niña, cuando su madre, viuda, decide que debe irse de casa. En el mísero campo sueco donde viven no hay futuro para Hanna, no hay casi ni comida. Hanna, una niña que se ocupa de sus hermanos menores, no puede comprender que su madre la eche de casa; debe irse a la ciudad, a la costa, a vivir con unos familiares que la acogerán. No sabe Hanna que apenas veinte meses más tarde será una mujer profundamente madura cuya vida habrá pasado por circunstancias que nunca hubiera podido imaginar.
El comerciante, conocido de su madre, que lleva a Hanna a la ciudad, al no encontrar a los familiares, mantiene a la muchacha a su cargo y le da trabajo como cocinera en uno de sus barcos. Durante la travesía Hanna se enamora de un oficial y se casan en Argel; él enferma y apenas dos meses más tarde muere en alta mar. Cuando el barco, camino de Australia, hace escala en Lourenço Marques, Hanna, que no soporta la presencia fantasmal en el barco de su amado fallecido, abandona la nave y se aloja en un hotel. Cae enferma y es cuidada por las mujeres que viven allí - en realidad el hotel es el burdel más prestigioso de África -. Hanna se casa con el dueño y vuelve a enviudar en poco tiempo heredando una gran fortuna y el burdel. Sólo tiene dieciocho años y la vida le obliga a madurar y tomar decisiones trascendentes para ella y para muchas otras personas.
Sobre esta trama, Mankell teje una hermosa novela con algunos de sus elementos habituales; una protagonista femenina a la que la adversidad de las circunstancias obliga a hacerse fuerte hasta casi la heroicidad, personajes profundamente humanos en sus meditaciones, sus dudas y sus inseguridades, el choque cultural entre africanos y europeos, el reconocimiento del pasado de los personajes para entender su comportamiento y sus circunstancias...
Dice Thomas C. Foster en su ensayo Leer como un profesor que todo viaje es una búsqueda;
De Hanna dice el narrador de Un ángel impuro:
Pocas novelas ejemplifican mejor ese viaje interior que Un ángel impuro, que nos relata el de una joven sueca llegada al sur de África a principios del siglo XX. Pocos autores mejores para presentarnos personajes embarcados en conocerse a sí mismos que Henning Mankell, de cuyo fallecimiento se ha conmemorado el pasado día 5 el primer aniversario.
Hanna tiene diecisiete años en agosto de 1903, apenas una niña, cuando su madre, viuda, decide que debe irse de casa. En el mísero campo sueco donde viven no hay futuro para Hanna, no hay casi ni comida. Hanna, una niña que se ocupa de sus hermanos menores, no puede comprender que su madre la eche de casa; debe irse a la ciudad, a la costa, a vivir con unos familiares que la acogerán. No sabe Hanna que apenas veinte meses más tarde será una mujer profundamente madura cuya vida habrá pasado por circunstancias que nunca hubiera podido imaginar.
El comerciante, conocido de su madre, que lleva a Hanna a la ciudad, al no encontrar a los familiares, mantiene a la muchacha a su cargo y le da trabajo como cocinera en uno de sus barcos. Durante la travesía Hanna se enamora de un oficial y se casan en Argel; él enferma y apenas dos meses más tarde muere en alta mar. Cuando el barco, camino de Australia, hace escala en Lourenço Marques, Hanna, que no soporta la presencia fantasmal en el barco de su amado fallecido, abandona la nave y se aloja en un hotel. Cae enferma y es cuidada por las mujeres que viven allí - en realidad el hotel es el burdel más prestigioso de África -. Hanna se casa con el dueño y vuelve a enviudar en poco tiempo heredando una gran fortuna y el burdel. Sólo tiene dieciocho años y la vida le obliga a madurar y tomar decisiones trascendentes para ella y para muchas otras personas.
Sobre esta trama, Mankell teje una hermosa novela con algunos de sus elementos habituales; una protagonista femenina a la que la adversidad de las circunstancias obliga a hacerse fuerte hasta casi la heroicidad, personajes profundamente humanos en sus meditaciones, sus dudas y sus inseguridades, el choque cultural entre africanos y europeos, el reconocimiento del pasado de los personajes para entender su comportamiento y sus circunstancias...
Dice Thomas C. Foster en su ensayo Leer como un profesor que todo viaje es una búsqueda;
La búsqueda comporta un aprendizaje. Los personajes ignoran lo necesario sobre el único tema que en realidad importa: ellos mismos. La verdadera razón de una búsqueda siempre es conocerse a sí mismo. De ahí que quienes buscan a menudo sean jóvenes, inexpertos, inmaduros, poco preparados".
De Hanna dice el narrador de Un ángel impuro:
Sabe que los viajes más extraordinarios se realizan siempre en el interior de cada uno, donde no existen el tiempo ni el espacio".
Pocas novelas ejemplifican mejor ese viaje interior que Un ángel impuro, que nos relata el de una joven sueca llegada al sur de África a principios del siglo XX. Pocos autores mejores para presentarnos personajes embarcados en conocerse a sí mismos que Henning Mankell, de cuyo fallecimiento se ha conmemorado el pasado día 5 el primer aniversario.
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