Eloy Urroz, La familia interrumpida
Luis Cernuda salió de España camino del exilio en 1938. En Inglaterra le acogió Stanley Richardson, su traductor, que había sido su amante unos años antes. En un primer momento colaboró en la acogida de los cuatro mil niños vascos llegados a Inglaterra en abril de aquel mismo año.
Luis Salerno Insausti, el protagonista de La familia interrumpida, mexicano residente en Nueva York, recibe un extraño correo electrónico (situémoslo hacia 2010). Todo parece indicar que una interesante historia relacionará a Salerno y el enigmático mensaje con los niños vascos y Luis Cernuda, que vivió en México los últimos años de su vida. La novela avanza ágil y con interés, pero, mediado el relato, no sólo nada se sabe de cómo unas cosas y otras se relacionarán - lo que no está necesariamente mal - sino que además la novela va perdiendo interés, fundamentalmente porque, aunque su lectura no es farragosa, no consigue emocionar al lector y resulta insulsa. Los saltos de la acción y del tiempo no acaban de ayudarnos a avanzar en la relación entre los distintos asuntos que el narrador nos plantea, mientras por el camino se cuelan algunas páginas en torno a la muerte y la existencia de Dios bastante prescindibles. Finalmente, la novela se cierra con algo más de emoción y una pequeña sorpresa pero sin acabar de justificar adecuadamente la relación entre los elementos que se nos ofrecieron al comienzo; el descubrimiento, unos años antes de Salerno, de que tiene una hermana, fruto de una relación de juventud de su padre con otra mujer, resulta una falsa pista que ni nos lleva a Cernuda ni a los niños vascos. La relación, cogida por los pelos, está en la edición de cubierta amarilla de Fondo de Cultura Económica de La realidad y el deseo. De hecho resulta necesario el postscritum para que el autor se justifique y se explique y nosotros comprendamos que la relación entre la novelesca vida de Luis Salerno y la vida real de Luis Cernuda y su contacto con los niños vascos exiliados en Inglaterra no se encuentran en la novela sino en la necesidad y el deseo del autor de escribir un relato que homenajea al mismo tiempo a su sobrino fallecido a las dos años de edad y a Luis Cernuda, a cuya figura y poesía Urroz ha dedicado buena parte de su vida y sus estudios.
El propio título es un homenaje a Cernuda, pues se toma de una obra de teatro, La familia interrumpida, escrita, en los primeros años del exilio, pero no publicada por el poeta sevillano y descubierta por Octavio Paz en 1986.
Es muy noble escribir en honor de un ser querido - o un tema querido - pero en la literatura la fuerza nace del interior del relato, no de su justificación externa. Cuando no es así el interés se resiente y el resultado decepciona por mucho que se aprecie la nobleza del autor. Recordemos Lo que a nadie le importa.
Eloy Urroz, nacido en Nueva York en 1967, es autor de varias novelas y libros de poesía. La familia interrumpida fue publicada en 2011 por Alfaguara (al menos en México) y en 2016 la ha reeditado Nocturna Ediciones.
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