Jordi Nopca, Vente a casa
Publicado en catalán por L'Altra y en castellano por Libros del Asteroide en marzo de 2015, Vente a casa, del periodista Jordi Nopca (Barcelona, 1983), recoge diez relatos ambientados en la Barcelona de ahora mismo. El conjunto presenta armonía y ninguno de los relatos desentona de los demás y todos ellos, que nos hablan de hoy mismo - de la crisis económica, de nuestras vidas después de internet... -, resultan deliciosos, llenos de frescura y viveza, de personajes entrañables, de fino humor, de una prosa rica, agradable de leer y floreada de referencias culturales que, en absoluto, dificultan la lectura ni la hacen pedante. Al contrario. Nopca domina muy bien la técnica del relato corto y la mejor expresión de ese dominio, junto a la variedad de perspectivas narrativas, son los magníficos giros finales que nos ofrece en todos o casi todos los relatos. Como el de Anillo de compromiso, que narra la relación entre Miguel, peluquero de perros, y su abuela - sólo él la visita en la residencia - y la premonición que ella tiene tras la boda de él y que nos remite al inicio del relato.
Al libro le da título una frase del primer relato, No te vayas; una bonita historia de amor entre una universitaria que trabaja de dependienta en una tienda de ropa durante las navidades y un chico de treinta años que aún vive con sus padres. Magnífico. Como Navaja suiza, la historia de un matrimonio que prepara concienzudamente sus viajes turísticos antes de realizarlos. Como la trágica historia de la mujer borracha de Las vecinas.
Qué decir de ese prejubilado que, ante la estupefacción y la incredulidad de su mujer y sus hijos, decide que se va a poner a aprender a tocar el saxofón en Velas y túnicas, que nos narra su hijo, estudiante de filología, y cuyos verdaderos protagonistas son los abuelos. O de ese chico de primero de carrera que nunca sabe encontrar el momento de decidirse a pedirle a su amiga que sean novios - otro final inesperado - de Cine de autor. O de la soberbia del escritor protagonista de La pantera de Oklahoma.
En los otros tres relatos del libro Jordi Nopca nos presenta a otras tantas parejas cuya relación se encuentra en crisis por distintas causas.
Merece la pena leer Vente a casa porque nos regala una bocanada de aire fresco en estos tiempos turbios en que vivimos.
Al libro le da título una frase del primer relato, No te vayas; una bonita historia de amor entre una universitaria que trabaja de dependienta en una tienda de ropa durante las navidades y un chico de treinta años que aún vive con sus padres. Magnífico. Como Navaja suiza, la historia de un matrimonio que prepara concienzudamente sus viajes turísticos antes de realizarlos. Como la trágica historia de la mujer borracha de Las vecinas.
Qué decir de ese prejubilado que, ante la estupefacción y la incredulidad de su mujer y sus hijos, decide que se va a poner a aprender a tocar el saxofón en Velas y túnicas, que nos narra su hijo, estudiante de filología, y cuyos verdaderos protagonistas son los abuelos. O de ese chico de primero de carrera que nunca sabe encontrar el momento de decidirse a pedirle a su amiga que sean novios - otro final inesperado - de Cine de autor. O de la soberbia del escritor protagonista de La pantera de Oklahoma.
En los otros tres relatos del libro Jordi Nopca nos presenta a otras tantas parejas cuya relación se encuentra en crisis por distintas causas.
Merece la pena leer Vente a casa porque nos regala una bocanada de aire fresco en estos tiempos turbios en que vivimos.
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