miércoles, 30 de enero de 2019

Mahi Binebine, Yo, bufón del rey

Mohamed Binebine, de pie primero por la izquierda y Hassan II (tercero).
El 10 de julio de 1971 se produjo un atentado contra Hassan II, rey de Marruecos. Los principales responsables de este golpe de Estado fueron ejecutados tres días más tarde. Otros militares implicados fueron encarcelados y poco tiempo después desaparecieron. Algunos lograron sobrevivir y salieron, en 1991, del centro secreto de detención al que fueron trasladados.
El reinado de Hassan II se inició en 1961 y finalizó con su muerte en 1999. Que se trató más de una monarquía absoluta que de una monarquía parlamentaria, como pretendía aparentar, lo sabemos. Lo que resulta sorprendente es descubrir, mediante la lectura de Yo, bufón del rey (2017; Alfaguara, 2018), que la corte de Hassan era más bien una corte medieval. Un rey rodeado permanentemente de un séquito numeroso de personas, a su disposición las veinticuatro horas del día, entre los que había médicos, músicos, adivinadores y echadores de cartas, poetas, bufones, cocineros... y todos los que fueran necesarios para atender y agradar a su señor en cada uno de sus caprichos y cambios de humor. Una corte en la que cualquiera - el bufón favorito del rey - de ese séquito, que tiene el honor de hablar confidencialmente con el rey, tiene mucho más poder que cualquier ministro o cualquier político.
Hassan reclutó, al inicio de su reinado, para ese séquito a Mohamed Binebine cuando supo de sus conocimientos poéticos. La cultura y la memoria de Binebine le permitían recitar infinitos poemas y narrar e inventar infinitas historias y chistes. Y a eso se dedicó durante treinta y cinco años; a recitar poemas a Hassan, a contarle chistes para que se riera y estuviera de buen humor, a narrarle cuentos cuando el rey se acostaba hasta que conciliara el sueño...
La confianza de Hassan en Binebine no se quebró ni siquiera por la profunda herida que supuso la participación del hijo mayor de éste en el atentado de 1971: Mohamed estaba junto al rey y pudieron morir juntos en el tiroteo y, además, renegó de su hijo.

Mi padre decía: "Por el cielo flota un meteorito que se supone que le caerá en la cabeza al primer terrícola que hable mal de sí mismo en público". No en broma, como ocurre a veces, ni por falsa modestia.

Nadie habla mal de sí mismo ni tampoco de su padre. Por eso Mahi Binebine ha escrito esta breve novela a mayor gloria de su padre Mohamed, a quien otorga la voz narrativa. El relato en primera persona del bufón del rey resulta colorista y descriptivo, conocemos el ambiente y las intrigas de esa corte medieval, es más lo que se sugiere o se entrevé que lo que se narra en frases y párrafos llenos de arabescos. Mahi Binebine (Marrakech, 1959), pintor y novelista, podría haber escrito una novela más larga y profunda que nos hablase de los entresijos del reinado de Hassan II y/o del dolor de unos padres que pasan veinte años sin saber de su hijo, desaparecido estando encarcelado. Pero el objetivo es otro; ofrecernos una imagen amable de su padre. Y el resultado, más bien insustancial para el lector salvo los dos conmovedores capítulos finales; la vuelta a casa del hijo desaparecido y el momento en que el bufón debe decirle al rey que se muere. Por encima de escribir una novela para que la leamos, Binebine ha escrito una novela para reconciliarse íntimamente con su padre (muerto en 2008) teniendo presente la idea de su hermano; de los encarcelados sólo sobrevivieron los cuatro que consiguieron expulsar el odio de su interior. Mohamed renegó de su hijo para no perder su lugar junto al rey; su familia se rompió, pero su hijo mayor le perdonó y ahora Mahi también lo hace.
Desde el 2000 Akal, Abada y Alfaguara han publicado en España cinco obras de Mahi Binebine.

martes, 22 de enero de 2019

Nikolai Gogol, Nochebuena

Konstantin Trutovsky, Kolyadki (c. 1864).
Nochebuena es un delicioso y divertido relato. En la noche mágica anterior al día de Navidad, mientras muchachos y muchachas cumplen la tradición de cantar koliadki bajo las ventanas de los vecinos a la espera de llenar sus sacos con los alimentos o lo que sea que éstos les lancen en agradecimiento pos sus canciones, las brujas y el diablo andan sueltos haciendo de las suyas y entrometiéndose en los amores de unos y otros.
En una noche oscura, pues el demonio ha robado la luna y se la ha escondido en el bolsillo, una bruja enreda a sus anchas, mientras su hijo, el joven herrero del pueblo, se muere de amor por una chica bellísima que, presumida y vanidosa, no para de rechazarle y humillarle (aunque el amor es mutuo) y le pide un imposible: que consiga para ella los zapatos de la zarina. Como el amor todo lo puede y más en noches como la de Navidad, el chico se las ingenia para engañar al demonio y viaja durante la noche a San Petersburgo.
Una prosa exquisita hace, de este relato de aroma folclórico y fantástico, una divertidísima maravilla literaria de final feliz. Una lectura imprescindible, que ha inspirado las óperas Valunka, el herrero y Las zapatillas de Chaikovski y La noche de Navidad de Rimski-Korsakov.
Nochebuena es uno de los ocho cuentos recogidos en Veladas en un caserío de Dikanka, la primera obra de Nikolái Gogol, publicada en dos volúmenes (1831 y 1832). La primera edición española la publicó Calpe en 1922 y la última, por el momento, Nórdica en 2017. Gogol (Sorochyntsi, 1809 - Moscú, 1852) es uno de los grandes autores de la literatura rusa del siglo XIX. Taras Bulba y Almas muertas son sus novelas más importantes.

lunes, 14 de enero de 2019

Aki Ollikainen, El año del hambre

78 monumentos recuerdan a las víctimas del hambre.

Si Dios está detrás, no mira hacia Finlandia.

Opina Teo Renqvist, aunque el lema del Gran Ducado de Finlandia, parte del imperio ruso durante el XIX, era "Dios está con nosotros". El año del hambre (2012; Libros del Asteroide, 2018) nos habla de la terrible hambruna que asoló Finlandia entre 1866 y 1868; murió casi el diez por ciento de la población. La climatología, el atraso del país y decisiones políticas tardías y/o equivocadas facilitaron la catástrofe. Se tomó entonces la determinación de construir el ferrocarril de Helsinki a San Petersburgo, como vía urgente de modernización.
La trama principal de la novela nos presenta a una familia campesina. El hambre obliga a la mujer y los hijos a abandonar el hogar dejando al padre en la cama en plena agonía. Marja y sus dos hijos caminarán desde el norte del país, en pleno invierno, por los campos helados y nevados, con la esperanza de llegar a San Petersburgo. Sabemos que su esperanza es inútil, pero siempre es mejor caminar y mendigar en una huída a ninguna parte que quedarse en el sitio. La crudeza del hambre - y la consiguiente epidemia de enfermedades - nos sitúa ante las mayores miserias del ser humano; personas - las afortunadas - que comen pan hecho con harina de corteza de pino, otras - los mendigos - que toman el caldo mínimo que les dan los más caritativos en las casas por las que pasan, otras que chupan la sangre de las vacas o matan perros para comer su carne a mordiscos..., egoísmo, robos, abusos, violaciones, asesinatos por un trozo de carne..., personas que caen inanes y mueren en la nieve de la cuneta de los caminos y allí queda su cuerpo anónimo, cadáveres que se amontonan para acabar en una fosa común...
En un relato paralelo conocemos cómo se vive la situación del país entre las personas acomodadas de la capital a través del doctor Teo Renqvist y su hermano Lars, asistente de un senador.
Tan importante como la elección del punto de vista es la del tiempo verbal. La dureza tremenda de esta breve novela viene dada, además de por su estilo lacónico y desnudo como el paisaje del invierno finés, la potencia de las imágenes y los sueños o delirios, y la objetividad fotográfica de su narración, por la elección del presente como tiempo que impone al lector la acción como inmediata, pegada a sus ojos y a su piel. De manera que es imposible leer El año del hambre, aunque nos retrotraiga siglo y medio, sin tener ante nosotros a los refugiados sirios, a quienes atraviesan África y se juegan la vida en el Mediterráneo en frágiles embarcaciones, a los que caminan hacia la frontera sur de Estados Unidos, al niño Aylan... Es tal el poder de la literatura que es posible que la lectura de una novela nos haga comprender mejor que mil telediarios el absurdo inhumano y sin sentido de los discursos de odio racistas y xenófobos que, por desgracia, captan votos baratos con tanta facilidad. Si Dios está detrás, que nos libre de estos fascistas.
El año del hambre es la primera de las tres novelas que, hasta el momento, ha publicado el escritor y fotógrafo Aki Ollikainen (Äänekoski, 1973). Esperamos las otras dos con interés.

domingo, 6 de enero de 2019

Joe R. Lansdale, Una temporada salvaje

Hap Collins participó en los movimientos sociales de los años sesenta y estuvo encarcelado por negarse a participar en la guerra, su amigo Leonard Pine luchó en Vietnam. Veinte años más tarde, trabajan como jornaleros en los campos de rosas del este de Texas. Trudy estuvo casada con Hap, le abandonó, pero cada vez que ella vuelve a aparecer en su vida él no puede evitar sucumbir a sus encantos - "un cipote empalmado no atiende a razones", le advierte Leonard -. Ahora ha venido a ofrecerle colaborar en conseguir un dinero fácil (el botín de un viejo atraco que lleva años hundido en un río). Hap acepta si Leonard participa también. Las cosas - naturalmente - se complicarán. Las balas y los golpes silban por todas partes y la sangre salpica a borbotones en los capítulos finales. Por el camino, y sin darnos la brasa, nos ponemos al día sobre los movimientos pacifistas estadounidenses de los sesenta.
Resulta difícil de creer que Trudy y sus amigos idealistas quieren, viente años después de Woodstock, quedarse el dinero para comprar armas y con ellas cambiar el mundo. Que Leonard sea negro y homosexual es irrelevante para la novela, pero necesario para el juego de contrastes en esta peculiar pareja de amigos para los que Una temporada salvaje (1990; Siruela, 2017) es la primera de una veintena de aventuras, novelas que han acabada dando lugar a una serie televisiva.
Sin duda el contraste ideológico, racial y sexual entre Hap y Leonard, su fuerte amistad y conocimiento mutuo, el humor - del Hap narrador, pero especialmente el de Leonard - y el estilo fresco, dinámico, ágil, no pretencioso (acción y diálogos) y con el lenguaje y los símiles y metáforas propias del género - "su madre murió de diabetes y sueños rotos" - son el fundamento del éxito de esta serie de novelas. Habrá que ver si Siruela publica las siguientes.
Joe R. Lansdale (Gladewater, Texas, 1951) es un prolífico autor y guionista que cultiva diversos géneros; terror, ciencia-ficción, western, novela negra.
Con la tecnología de Blogger.