viernes, 26 de septiembre de 2014

Emilio Salgari, Sandokan

Emilio Salgari (Verona, 1862 - Turín, 1911) es uno de los más importantes y prolíficos escritores de la novela de aventuras. Como era habitual, muchas de sus obras fueron publicadas antes por entregas que como libros. Buena parte de sus novelas son novelas de piratas y, entre ellas, destacan las protagonizadas por Sandokan, un príncipe malayo destronado por el ejército británico que asesinó a toda su familia; Sandokan ejerce la piratería para vengarse. La primera de estas novelas, Los tigres de Mompracem, se publicó en la revista La Nuova Arena entre 1883 y 1884. En 1900, su publicó como libro con el título El tigre de Malasia. Tradicionalmente en España esta novela ha sido publicada dividida en dos; Sandokan y La mujer del pirata. La primera edición española de ambas novelas la realizó Editorial Calleja en 1901. En ese mismo año Viuda de P. Pérez publicó también una edición de Sandokan. Durante más de un siglo la recepción de Salgari ha sido amplia y continuada en nuestro país, especialmente a raíz del éxito de la serie televisiva de 1976 dedicada a Sandokan.
Desde la primera página Sandokan se nos presenta como un personaje colérico, impulsivo, irreflexivo, guiado por la venganza hacia los hombres de raza blanca... Un perfecto ejemplo de héroe romántico. Lo que se compensa, en parte, por la racionalidad de su compañero el portugués Yañez. Tras un enfrentamiento tan heroico como desproporcionado y suicida con los barcos británicos, naufragada su flota, Sandokan consigue sobrevivir y llegar a la costa de Labuan. Naturalmente, queda medio muerto e inconsciente. Al cabo de unos días despierta en una lujosa casa. Resulta ser la casa de su mayor enemigo; Lord James Guillonk, con quien vive su sobrina, que resulta ser la Perla de Labuan, la bellísima joven de la que Sandokan tanto ha oído hablar y tanto ansiaba conocer. Sandokan oculta su identidad, se enamora locamente de la muchacha, debe huir demostrando su heroicidad y jurando regresar a por su amada. Finalmente, aparece el fiel Yañez para salvarle. De nuevo en casa habrá que organizar el regreso a Labuan. Un folletín perfecto.
A pesar de lo exagerado que resulta el protagonista en todas sus acciones, Sandokan, a diferencia de muchas novelas decimonónicas, se lee bien hoy, y su mezcla de amor y aventura sigue resultando eficaz.

jueves, 18 de septiembre de 2014

Kenneth Fearing, El gran reloj

Metropolitan Life Insurance Tower.
George Stroud es director de Crimeways, una revista mensual perteneciente a un emporio formado por más de una veintena de revistas, que ocupa más de diez plantas de un rascacielos. Earl Janoth, el propietario del grupo, en un momento de ira comete un asesinato pasional. Steve Hagen, el amigo íntimo de Janoth, se pone al mando y para poder encubrir a Janoth pone a disposición de Stroud todos los medios de la organización para que localice a un hombre, testigo del crimen de Janoth. Lo que no sabe es que el hombre al que buscan es el propio Stroud. Stroud, consciente de todas las aristas del asunto y del peligro en que se encuentra, lleva adelante la investigación al mismo tiempo que busca cómo cubrirse las espaldas cuando llegue el momento.
El gran reloj (1946) es una novela de suspense; una de las primeras de este subgénero criminal en el que el temor psicológico a lo que pueda pasar prima sobre lo que pasa. Y el suspense, como el ritmo narrativo, crece a medida que avanza hacía el final, el cerco va acorralando a Stroud y el tiempo se agota. Y es un gran acierto de Fearing - y una novedad - para el desarrollo del suspense el empleo de distintas perspectivas narrativas. George Stroud es el protagonista y el narrador de la mayor parte de los capítulos, pero no de todos; otros personajes toman la palabra en los momentos en que cobran un papel relevante en el avance de la acción. El desenlace, seguramente, no es el que espera el lector. Pero así funciona el gran reloj que gobierna nuestras vidas.
La acción transcurre en Nueva York en un momento impreciso. Desde el primer momento El gran reloj rezuma el aroma del cine en blanco y negro, sobre el mundo de la prensa, de los años treinta y cuarenta. De hecho, la novela fue llevada al cine en 1948 por John Farrow (en España, El reloj asesino).
Que El gran reloj es un clásico de la novela criminal nos lo revela que su primera edición en España fuera en 1979 en la excelente serie de novela negra de la colección Libro Amigo de Bruguera - que también recogió, de Fearing, en 1981, La muchacha más solitaria del mundo (1951) -. En 1982 Bruguera incluyó también El gran reloj en la también colección de culto Club del misterio. Y, finalmente, RBA la ha publicado en su Serie Negra en 2011 y, ahora, en la colección veraniega de El País. Edicions 62 editó la novela en catalán en 1987 e Igela en vasco en 1994.
Kenneth Fearing (Oak Park, Illinois, 1902 - Nueva York, 1961) destacó como poeta, pero fue autor también de varias novelas, que, desde la primera, El hospital (1939), adoptan la técnica, arriba comentada, de la perspectiva narrativa múltiple que permite apreciar los distintos puntos de vistas de sus personajes. 

miércoles, 10 de septiembre de 2014

Henning Mankell, El hombre inquieto

Submarino soviético encallado en Karlskrona en 1981.
En 2008 Kurt Wallander - como Henning Mankell - cumple sesenta años; ha cambiado el apartamento en Mariagatan por una casa en el campo, y un perro, cerca de donde estuvo la de su padre, su hija Linda le sorprende, una vez más, anunciándole que va a tener una nieta, y su preocupación por la vejez y por la muerte, como es natural, es cada vez mayor.
Los "suegros" de Linda - él primero y semanas después ella - desaparecen poco después de que Wallander los conozca. Días más tarde ella aparece muerta. La investigación corresponde a la policía de Estocolmo, pero Wallander aprovecha el tiempo libre y las vacaciones para intentar descubrir qué les ha pasado a los otros abuelos de su nieta. El suegro de Linda, Hakan von Enke, fue un alto mando de la Armada sueca que, como otros, fue crítico con la política de defensa del gobierno socialdemócrata de Olof Palme. Muy especialmente respecto a los varios incidentes ocurridos en aguas suecas con submarinos soviéticos durante los años ochenta. Especialmente con el ocurrido en Hårsfjärden en 1982 cuando se dio la orden de dejar escapar a un submarino que estaba rodeado por buques de la Armada. Al cabo de los años, Von Enke, justo antes de su desaparición, parece haber dado con lo que ocurrió verdaderamente aquel día.
El hombre inquieto (2009; Tusquets 2009) nos lleva al tiempo de la guerra fría, del espionaje y del contraespionaje - el caso Stig Wennerstrom - y nos recuerda, como siempre en la novela negra, que las cosas nunca son lo que parecen.
Pero El hombre inquieto es también la novela que cierra la serie Wallander. Por ello, cobran especial relevancia las reflexiones sobre la vida, la vejez y la muerte, el recuerdo del pasado, de los casos que ocuparon a Wallander en novelas anteriores, de los seres queridos muertos, de los compañeros jubilados, la presencia de Mona, su mujer, de Baiba Leipa, su gran amor, de Linda, su hija y, ahora de su nieta recién nacida...
Así, curiosamente, la serie Wallander está formada, como la de Martin Beck, por diez novelas. Ambos inspectores realizan la investigación de su segundo caso viajando a países del Este. Mankell y Wallander nos introdujeron la novela negra nórdica que tanto nos atrae en los últimos años. De ella son fundamento esencial. Los personajes de sus novelas, compañeros entrañables para sus lectores que sufrimos y lamentamos la enfermedad de Wallander y más aún, como es lógico, la de Henning Mankell.

martes, 2 de septiembre de 2014

Peter Cameron, Coral Glynn

Hay artistas excelentes - escritores, pintores, músicos... - cuyas obras son todas del mismo palo. Otros, en cambio, demuestran su valía tocando varios palos con igual maestría. A Peter Cameron lo conocimos - gracias, como a otros tantos, a Libros del Asteriode - por la magnifica Algún día este dolor te será útil. El Nueva York actual, las galerías de arte, un protagonista adolescente en el verano entre el instituto y la universidad en el que tantas cosas tiene que decidir... El nuevo Salinger, al decir de los comentarios tópicos y obligados de la crítica. Su siguiente novela, Coral Glynn (2012; Libros del Asteroide, 2013) es una novela inglesa; se ambienta en los años cincuenta en la campiña inglesa, ese lugar un tanto irreal y aparentemente apacible, anclado en los códigos de vida victorianos, donde sigue habiendo señores y criados, y parece que nunca pasa nada. No falta un inquisitivo inspector de los de la vieja novela policiaca inglesa. Destila el estilo y el aroma de novelas británicas como La hija del veterinario o La librería.
Coral Glynn es una enfermera a domicilio que llega a Hart House, una casa aristocrática a las afueras del pueblo, para atender a la gruñona y anciana señora de la casa, enferma de un cáncer en estado terminal. Encuentra allí el desprecio de la criada y al amargado hijo de la anciana, que sufre las consecuencias de graves quemaduras en las piernas que recibió durante la Segunda Guerra Mundial. A las pocas semanas, la anciana muere y, esa misma noche, el comandante Hart - el hijo - propone matrimonio a Coral que, desconcertada, acepta al día siguiente. Se casan poco después y durante la misma noche de bodas Coral, obligada por las circunstancias, abandona la casa y se instala en Londres. Esto no pone fin a la novela, cuya acción acabará algunos años más tarde, pero sí a lo que parece razonable contar aquí.
Coral Glynn es una novela sobre la soledad. Tanto Coral como Clement Hart, su marido, son dos personas solitarias, sin familia ni amigos. Y, en buena medida, también el resto de personajes. Personas solitarias, nobles, que se ganan nuestro afecto, pero cuyo pasado guarda oscuros asuntos y su comportamiento continuas sorpresas para el lector que, hasta la última línea de la novela, duda de qué es lo siguiente que van a hacer.
Es un novela bella, conmovedora, dura, sobre la soledad, pero también sobre el amor.
¿Qué es el amor sino el deseo de que el otro viva?".
Reflexiona Clement en los últimos párrafos de la novela.
Peter Cameron (Pompton Plains, Nueva Jersey, 1959) es un autor poco conocido en España, sin embargo, antes de Asteroide otras editoriales habían publicado todos sus libros poco después de su publicación original en Estados Unidos; De un modo u otro (Alfaguara, 1989), Año bisiesto (Ultramar, 1992), Un fin de semana (Alba, 1996), Andorra (Llibres del'Index, 1997) - en catalán -, La ciudad de tu destino final (El Andén, 2008).
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